Cercar en aquest blog

dimecres, 30 de gener del 2013

Cameron promete referéndum sobre permanencia de GB en la UE para 2017

El primer ministro británico, David Cameron, prometió este miércoles un referéndum sobre la permanencia de su país en la Unión Europea (UE) antes de que acabe 2017, previa renegociación de la relación actual, lo que llevó a sus socios a expresar temores sobre una "Europa a la carta".

Cameron se comprometió a negociar un "mejor acuerdo" entre el Reino Unido y el bloque de los 27 que tenga el mercado único como "tema central" si es reelegido para un nuevo mandato en las elecciones generales previstas para 2015.

"Y cuando hayamos negociado ese nuevo acuerdo, daremos al pueblo británico un referéndum con una opción muy simple de dentro o fuera. Permanecer dentro de la UE bajo las nuevas condiciones o salir completamente", agregó en un discurso considerado crucial que los británicos llevaban seis meses esperando.

El 'Premier' conservador precisó que ese referéndum, una concesión al ala más euroescéptica de su partido, se celebrará en la primera mitad de la legislatura (2015-2020), es decir antes del final de 2017.

"Ya es hora de que el pueblo británico pueda hablar", afirmó Cameron cuya formación está también bajo la amenaza electoral potencial del UKIP, una formación soberanista y antieuropea que está ganando adeptos.

Cameron no dio precisiones sobre los términos que pretende renegociar con sus socios de Bruselas, con excepción de que la nueva relación debe girar en torno al mercado único, "vital" para las empresas y el empleo desde la adhesión del Reino Unido en 1973, y que ha permitido recibir importantes inversiones.

Anteriormente, sin embargo, había expresado su deseo de repatriar a Londres competencia especialmente en materia de reglamentación financiera y social.

En su discurso, considerado el más importante desde que llegó a Downing Street en mayo de 2010, estimó que la UE debe responder a los retos que plantean la crisis de la eurozona, la falta de competitividad frente a las potencias emergentes y el desapego creciente de los ciudadanos hacia el bloque.

"Si no hacemos frente a estos desafíos, el peligro es que Europa fracase y que los británicos deriven hacia la salida", advirtió el líder precisando que personalmente no era partidario de esa solución que, según el último sondeo, tendría ahora el apoyo de poco más de un tercio de los británicos.

"Quiero que la Unión Europea sea un éxito. Y quiero una relación entre el Reino Unido y la UE que nos mantenga dentro", afirmó.

"No soy un aislacionista", afirmó en dirección a los dirigentes europeos reticentes o incluso hostiles a la renegociación del acuerdo.

Numerosos británicos dudan también que pueda obtener concesiones de Bruselas, pero Cameron se declaró convencido de que "con valor y convicción" se puede lograr la UE "más flexible, adaptable y abierta" que busca su país.

"Y cuando llegue el referéndum", concluyó, "déjenme decir que si podemos negociar ese acuerdo, haré campaña a favor de él con toda mi alma y mi corazón".

No se aventuró sin embargo a especular sobre qué pasaría si no lo lograra.

Sus predecesores ya negociaron excepciones, derogaciones y descuentos en las diferentes etapas de la construcción europea.

Esta vez, no obstante, parece haber cierto consenso entre los principales socios europeos del Reino Unido contra una Europa "a la carta", expresión utilizada este miércoles por los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius, y Alemania, Guido Westerwelle.

La Comisión Europea trató de desdramatizar la situación, y dijo "acoger con agrado la declaración inequívoca" de Cameron de querer mantener a su país dentro de la UE.

La canciller alemana, Angela Merkel, señaló por su parte la disposición de su país a "discutir los deseos" del Reino Unido, aunque inmediatamente recordó que "otros países tienen también sus deseos.

Y el presidente francés, François Hollande, consideró que "no es posible negociar Europa para hacer este referéndum".

En el Reino Unido, las reacciones más duras fueron las de los que en algunos círculos políticos, empresariales y financieros temen especialmente el impacto negativo que la perspectiva de una ruptura con la UE podría tener para una economía frágil.

Para el líder de la oposición laborista, Ed Miliband, que hasta ahora lideraba los sondeos de intención de voto, el discurso de Cameron está "guiado por su partido y no por el interés económico nacional".

El viceprimer ministro británico, el liberal demócrata Nick Clegg, pro-europeo, señaló que los "años y años de incertidumbre debido a una renegociación larga y mal definida" afectarán al empleo y el crecimiento, las "prioridades" actuales de los británicos.

En el otro extremo, el líder del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, proclamó que su trabajo "empieza hoy" para tratar de ganar el referéndum.


View the original article here