Un presunto miembro del frente sexto de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se dirigía con el coche hacia el caserío de El Palo (municipio de Caloto, Cauca) cuando se encontró con un retén militar. "Cuando ve la presencia de la tropa, el conductor abandona el vehículo, que estalla fuera de El Palo", explicó vía telefónica a la AFP el general Jorge Jerez, comandante de la Fuerza de Tarea Apolo, que opera en el convulso departamento (provincia) de Cauca.
La explosión causó la muerte de una persona que todavía no ha sido identificada, pero que se sospecha que puede ser el propio conductor del vehículo, indicó Jerez, que descartó que haya heridos entre los soldados por el estallido.
El coche bomba podía estar dirigido contra la población del caserío o el puesto de control militar, señaló el mando.
Simultáneamente, el grupo rebelde detonó un segundo coche bomba que destruyó un tubo del acueducto y dejó sin servicio de agua a los habitantes de Caloto, reseñó en un comunicado la Fuerza de Tarea Apolo.
Tras el incidente, se empezaron a registrar combates en el área rural de este municipio entre los guerrilleros de las FARC y el Ejército, en los que murió un soldado y otros dos resultaron heridos.
Las FARC, la guerrilla más antigua de América Latina con casi medio siglo de existencia, mantiene diálogos de paz con el gobierno de Colombia que se desarrollan desde noviembre en La Habana (Cuba), sin que se haya decretado un cese al fuego definitivo en territorio colombiano.
En Caloto, un deprimido municipio de unos 30.000 habitantes, y sus alrededores existe una gran concentración de cultivos de hoja de coca y la población sufre continuos enfrentamientos entre el Ejército y los insurgentes.
El norte del departamento de Cauca es una de las áreas de influencia histórica de las FARC, en la que la guerrilla se ha atrincherado en los últimos años por el avance de la Fuerza Pública colombiana.
