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diumenge, 31 de març del 2013

Corea del Norte se declara "en estado de guerra" con Corea del Sur

Corea del Norte anunció este sábado que se encuentra en "estado de guerra" con Corea del Sur, una nueva amenaza que esta última minimizó, pero que EEUU dijo tomarse "en serio".

"A partir de ahora, las relaciones intercoreanas están en estado de guerra y todos los asuntos entre ambas Coreas se tratarán de acuerdo a un protocolo adaptado a la guerra", declara Corea del Norte en un comunicado conjunto atribuido a todos los organismos de gobierno e instituciones.

"La situación que prevalece desde hace mucho tiempo, según la cual península coreana no está guerra ni en paz ha terminado", señala el comunicado difundido por la agencia oficial de noticias norcoreana KCNA.

El anuncio de Pyongyang es la más reciente de una serie de amenazas de Corea del Norte, recibidas con severas advertencias por Corea del Sur y Estados Unidos y que preocupan al mundo. Estados Unidos declaró de inmediato que tomaba "en serio" estas nuevas amenazas. "Hemos visto las informaciones sobre una nueva declaración no constructiva de Corea del Norte. Tomamos estas amenazas en serio y estamos en estrecho contacto con nuestro aliado sudcoreano", dijo Caitlin Hayden, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad , en la Casa Blanca.

Técnicamente, las dos Coreas siguen en guerra desde el fin de la Guerra de Corea (1950-53), que terminó con un armisticio y no con un tratado de paz. Corea del Norte anunció este mes que iba a anular el armisticio y otros tratados bilaterales de paz firmados con Seúl en protesta por las maniobras militares conjuntas de Corea del Sur y EEUU.

"Esto no es realmente una nueva amenaza: es sólo un elemento en una serie de amenazas provocadoras", respondió el Ministerio de Unificación surcoreano en un comunicado. El Ministerio de Defensa dijo que no se observaba ningún movimiento de tropas particular cerca de las fronteras.

Por su parte, el Gobierno de Rusia pidió este sábado responsabilidad y moderación, al tiempo que alertó a Seúl y a Washington sobre cualquier provocación. "Esperamos que todas las partes muestren máxima responsabilidad y moderación, y que nadie cruce una línea después de la cual no haya retorno", dijo Grigory Logvinov, responsable de la península coreana en el Ministerio de Exteriores ruso, citado por la agencia Interfax.

"Naturalmente, no podemos permanecer indiferentes cuando una escalada de tensiones ocurre en nuestra frontera oriental", dijo el diplomático. "Estamos preocupados", añadió. Logvinov aseguró que Rusia "está en contacto permanente" con sus socios en las negociaciones nucleares, incluyendo las dos Coreas, China, EEUU y Japón.

La anulación del alto el fuego abre teóricamente el camino para una reanudación de las hostilidades, pero según los observadores, esta no es la primera vez que Corea del Norte anuncia el fin del armisticio. El armisticio fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas y, a la vez, la ONU y Corea del Sur han rechazado una retirada unilateral de ese acuerdo por parte del Norte.

El comunicado del sábado también advierte que cualquier provocación militar cerca de las fronteras terrestres o marítimas entre Corea del Norte y Corea del Sur acarrearía "un conflicto en gran escala y una guerra nuclear". Una mayoría de expertos cree que estas amenazas son retóricas y no anuncian un enfrentamiento concreto, pero la situación actual es tan incierta que cualquier desliz puede causar una rápida escalada.

La declaración del sábado llega después de que el dirigente norcoreano, Kim Jong-Un, ordenara el viernes empezar los preparativos para atacar con misiles el territorio de EEUU y sus bases en el Pacífico y Corea del Sur, en respuesta a los vuelos de entrenamiento del bombarderos furtivo estadounidense B-2.

En caso de provocación "temeraria" de EEUU, las fuerzas norcoreanas "deberán atacar sin piedad el [territorio] continental estadounidense [...] las bases militares del Pacífico, incluyendo a Hawai y Guam, y las que se encuentran en Corea del Sur", declaró Kim, citado por la agencia oficial.

El jueves, en un contexto de escalada de tensión entre las dos Coreas, dos bombarderos furtivos B-2 sobrevolaron Corea del Sur, una manera para Estados Unidos de subrayar su alianza militar con Seúl en caso de agresión del Norte. Washington no suele anunciar los vuelos de entrenamiento del B-2, un avión diseñado para penetrar las líneas enemigas y bombardear objetivos estratégicos desde gran altitud (hasta 15.000 metros).

El viernes, decenas de miles de militares y de civiles norcoreanos desfilaron en el centro de Pyongyang en una demostración de apoyo masivo a un eventual ataque militar contra Estados Unidos. La manifestación se llevó a cabo en la plaza Kim Il-Sung y reunió a soldados, ex combatientes, trabajadores y estudiantes. Kim Jong-Un no estaba presente. El jueves, Washington dijo una vez más estar "preparado para enfrentar cualquier eventualidad" procedente de Corea del Norte, indicó el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel.


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