El cardenal protodiácono, el francés Jean-Louis Tauran, fue el encargado de colocar sobre los hombros del nuevo papa el palio (larga estola) de lana blanco con cruces rojas que perteneció a su predecesor Benedicto XVI hasta su renuncia el mes pasado. A continuación, el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, le puso el anillo del Pescador en el dedo anular de la mano derecha.
En una mañana soleada, Francisco llegó a San Pedro a las 8h50 locales (7h50 GMT)m en medio de una ola de banderas de todos los países, muchas de ellas latinoamericanas. Vestido con su sotana blanca, el argentino Jorge Bergoglio saludó sonriente a los fieles entusiastas que lo aclamaban en medio de un mar de banderas de todos los países y pancartas, algunas en español, con lemas como "Siempre junto al Papa".
Tras besar a uno de los muchos bebés que asistían con sus padres a ese momento histórico, se bajó de su 'papamóvil' para acariciar con un afecto el rostro de un minusválido que estaba en brazos de un religioso franciscano. Francisco, que eligió su nombre en honor del santo de los pobres, San Francisco de Asís, recorrió despacio la enorme plaza, saludando a todos a su paso con gestos como levantar el pulgar.
El Papa se dirigió a continuación al interior de la basílica de San Pedro, donde tras vestir sus ornamentos litúrgicos, rezó ante la tumba del primer papa y fundador de la Iglesia, situada debajo del altar mayor, con lo que comenzó el ritual de su instalación como obispo de Roma.
Decenas de miles de personas empezaron a congregarse en la gran explanada vaticana desde su apertura, a las 6 de la mañana locales, en medio de un estricto dispositivo de seguridad formado por 3.000 agentes y varios helicópteros.
La ceremonia religiosa comenzó a las 9h30 locales (8h30 GMT) y está rodeada de un estricto dispositivo de seguridad, formado por unos 3.000 funcionarios del Estado italiano. El papa argentino (el primero no europeo y el primer jesuita) salió unos 45 minutos antes de la Casa Santa Marta, su residencia temporal.
Al final de la misa, en torno a las 10h30 GMT, el Papa volverá a la basílica para quitarse sus ornamentos, antes de recibir a las 132 delegaciones extranjeras, entre las que destacan 31 jefes de Estado. Por España, asisten el príncipe Felipe, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y tres ministros.
La presidenta argentina, Cristina Kirchner, ya se reunió el lunes en privado con el nuevo papa, a quien pidió que intercediera en la disputa que su país mantiene con el Reino Unido sobre la soberanía de las islas Malvinas, bajo control británico desde 1833.
También se encuentran en Londres los presidentes de los dos países con el mayor número de católicos del mundo, la brasileña Dilma Rousseff, y el mexicano Enrique Peña Nieto. El gran ausente será el papa emérito, Benedicto XVI, quien tras su histórica renuncia el mes pasado, se trasladó a la residencia veraniega papal de Castelgandolfo, cerca de Roma, donde el papa Francisco le visitará el próximo fin de semana.