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Buena prueba de ese interés por no perder ni un ápice del tirón del expresidente fallecido y por conservar lo más fresca posible su memoria es el hecho de que Maduro menciona a Hugo Chávez un promedio de 200 veces por día.
Según ha señalado el portal ‘Maduro dice’, en un lapso de 17 días, Maduro ha mencionado 3.687 veces el nombre del finado mandatario venezolano.
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El problema con el que se ha encontrado el presidente encargado es que, para mantener las políticas del gobierno interino hay que tragar con ciertas operaciones que chocan con los ideales. En concreto con vender petróleo y comprar insumos y materias primas a Estados Unidos.
Así lo ha denunciado el candidato de la oposición a la Presidencia de Venezuela, Henrique Capriles, calificando a su contrincante de "hipócrita" y de mantener un "doble discurso".
"Por un lado dicen una cosa, pero por otro lado le venden petróleo, (...) importan gasolina de los Estados Unidos, importan arroz, el arroz es algo que comemos mucho los venezolanos".
Elías Jaua saluda a la canciller de Colombia, Mara Ángela Holgun, ante la atenta mirada de Maduro (AP)Para salvarse de la quema y negar tales acusaciones, el canciller venezolano, Elías Jaua, anunció ayer mismo la suspensión de los contactos con Washington en busca de regularizar las relaciones bilaterales.
La razón oficial es que la secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos para Latinoamérica, Roberta Jacobson, ha puesto en duda el proceso electoral señalando que Caracas se aleja de "los altos estándares democráticos del hemisferio". De nuevo la conspiración en las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos.
Consciente de la estrategia, Washington se ha apresurado a "rechazar categóricamente la posibilidad de estar involucrado en un complot para desestabilizar o dañar a alguien en Venezuela" y mantiene abiertos los canales de comunicación diplomáticos para garantizar el cierre de los negocios bilaterales existentes.